La nueva Iglesia de San Antonio es otro destino de obligada visita. Esta se empezó a construir en el año 1717 y se finalizó en el 1763. Su construcción fue llevada a cabo por la comunidad religiosa de los franciscanos. Esta cuenta con una planta rectangular, un pórtico monumental junto a la torre del Campanario y numerosos detalles en el interior. La iglesia cuenta con un estilo barroco y está emplazada en un lugar privilegiado con unas vistas espectaculares a las otras dos iglesias con las que cuenta Montefrío. Desde el mirador que dispone al lado, se puede divisar en primer lugar la Iglesia de la Encarnación y al fondo el casillo árabe junto a la Villa.
El edificio complementario a la Iglesia, se trata del convento, el cual es una auténtica maravilla y en la actualidad se encuentra restaurado. El claustro cuenta con una forma cuadrangular y está rodeado de columnas blancas con una fuente central, un lugar donde relajarse y trasladarse a otra época. Dentro de este se albergaban las estancias de los monjes así como nel refectorio, sala capitular y la sala de profundis.