Montefrío cuenta con un patrimonio gastronómico ampliamente reconocido tanto en la provincia de Granada como a nivel andaluz. Su pasado nazarí sigue presente con una tradición culinaria arábico-andaluza que hace de la cocina montefrieña una de las más deliciosas de todo el Poniente granadino.Como es natural, la variedad gastronómica de Montefrío es muy diversa y se nutre de los productos autóctonos más representativos de la zona: sesos al mojeteo, remojón de San Marcos, carne de orza, choto al ajillo, jamón, chorizo, lomo, morcilla y, por supuesto, el archi conocido queso montefrieño, uno de los mejores quesos que se pueden encontrar en Andalucía.A estas delicias culinarias podríamos añadirle el gazpacho de espárragos, uno de los productos estrella de la zona, el relleno de carnaval, las papas en columpio, el gazpachuelo, la sopa de albóndigas, las papas ajilimili, el arroz arriero, las sardinas en moraga, la sobrehúsa o las migas con chicharrones. Todo ello, como no podía ser de otra forma, acompañado de un delicioso postre: gachas de mosto, natillas, flores o los famosos roscos de Montefrío, por ejemplo.
Como verán, quienes decidan visitar nuestra maravillosa localidad no se irán precisamente con hambre.
Si a la enorme variedad de productos autóctonos de calidad que conforman una gastronomía superlativa le añadimos el saber hacer, la tradición y el cariño con el que se trata en Montefrío a los visitantes, la combinación es casi explosiva.Los productos y comidas más representativos de Montefrío pueden disfrutarse in situ en alguno de los restaurantes de la localidad, regados con un buen vino y con la compañía de un ambiente idílico en muchos de los puntos clave de nuestro pueblo.
Además, también es posible comprar productos típicos y artesanales para disfrutarlos en casa en una futura ocasión especial en las diferentes tiendas tradicionales en las inmediaciones de la Iglesia de la Encarnación, en la Calle Alta y Calle Las Parras, así como en el Barrio de la paz o especialmente en el Polígono Agroalimentario del Jabonero.
Ni que decir tiene que nuestros comerciantes sabrán ofrecerle un precio tremendamente competitivo y tratarle como se merece para que su visita sea lo más agradable posible y que se vaya con ganas de volver muy pronto.